¿Cómo influirá la inteligencia artificial en la educación del futuro?

¿Cómo influirá la inteligencia artificial en la educación del futuro?

La inteligencia artificial (IA) ya ha empezado a formar parte de nuestra vida coditiana. Dejando a un lado los debates que suscita y los marcos legales que aún están por llegar, nos encontramos ante un nuevo paradigma que debemos entender muy bien para aprovechar al máximo y hacer un uso correcto de sus herramientas. Partiendo desde un enfoque crítico y prudente, en este artículo exploraremos algunas aplicaciones potenciales de la inteligencia artificial en el ámbito de la educación y los procesos de enseñanza-aprendizaje.

¿Qué entendemos por «Inteligencia Artificial»?

Conocida comúnmente por sus siglas IA o en inglés AI, la inteligencia artificial es la rama de la informática que se ocupa de estudiar y desarrollar sistemas capaces de tomar decisiones, predecir comportamientos y aprender a partir de conocimientos adquiridos y reglas, básicamente. Las áreas de aplicación son muy diversas: procesamiento de lenguaje natural, resolución de problemas matemáticos, reconocimiento biométrico, asistentes virtuales, tratamiento de imagen y vídeo, sistemas de predicción, realización de tareas repetitivas… Todos ellos comparten el mismo punto de partida, los famosos «algoritmos» de los que seguramente ya habrás oído hablar en algún momento.

Los algoritmos son el fundamento teórico-práctico de toda inteligencia artificial, utilizados en este contexto para procesar grandes cantidades de datos y encontrar patrones o relaciones entre ellos. Es así como los algoritmos otorgan al sistema la capacidad de «aprender» y «tomar decisiones» de forma autónoma. El término «inteligencia» adquiere todavía más fuerza si consideramos que muchos de estos modelos artificiales se inspiran en modelos humanos, como es el caso de las redes neuronales.

Algunos conceptos y limitaciones que debemos conocer

Parece indudable que las inteligencias artificiales han venido para quedarse, sin embargo, necesitamos conocer su verdadero alcance y limitaciones. Las capacidades y deficiencias de estos sistemas vienen dadas, principalmente, por los mecanismos de razonamiento-aprendizaje y la forma en que han sido entrenados.

Evaluar si los resultados generados por las inteligencias artificiales son o no distinguibles del comportamiento humano no debe ser el foco de atención, tal y como parece estar ocurriendo en el campo del procesamiento natural de lenguaje natural (PLN) con ChatGPT de OpenAI.

¿Recordáis los inicios de la tecnología de reconocimiento facial Face ID de Apple? Tras su lanzamiento, un estudio1 del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ya revelaba serios problemas en este tipo de sistemas a la hora de identificar el género (reconocían más fácilmente a los hombres) y el color de piel (identificaba de manera más fiable a personas con piel clara). Los llamados sesgos algorítmicos suponen un reto para las empresas que implementan tecnologías basadas en inteligencia artificial.

El conjunto de datos utilizado en el entrenamiento es clave para obtener un buen modelo de inferencia, es decir, para que la inteligencia artificial realice correctamente la función para la cual ha sido diseñada (reconocer una cara, traducir un texto, facilitarnos las indicaciones correctas…). Este aspecto adquiere una importancia crítica en sectores de alto riesgo como la medicina, la conducción autónoma, la seguridad o la aplicación de leyes.

La inteligencia artificial está haciendo grandes progresos, sin embargo, es evidente que aún queda mucho camino por recorrer. Cada día se plantean nuevos desafíos técnicos, legales, éticos y sociales que deberemos hacer frente.

Inteligencia artificial y el futuro de la educación

La inteligencia artificial jugará un papel clave en la educación. Además de integrarse gradualmente en los planes de estudio y aportar nuevos recursos educativos, la IA desencadenará una revolución sin precedentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje. En este contexto, la UNESCO ya ha definido un plan estratégico y líneas de trabajo en el marco del «Consenso de Beijing sobre la Inteligencia Artificial en la Educación» 2 y la «Estrategia sobre la Innovación Tecnológica en la Educación 2022-2025» 3.

La influencia de la inteligencia artificial en la educación gira en torno a tres conceptos fundamentales: automatización, personalización y optimización. El objetivo final se traduce en una educación de calidad, eficiente y eficaz, adaptada a las particularidades y necesidades individuales del alumnado.


1. Tutores virtuales. No, los profesores no van a desaparecer (que sepamos al menos en el futuro cercano), sin embargo, la figura del tutor virtual «artificial» sí tendrá más relevancia. Sistemas de tipo chatbots podrán utilizarse para proporcionar tutorías personalizadas a los alumnos, en tiempo real y desde cualquier lugar, adaptadas a las necesidades y los niveles de conocimiento individuales. Identificar las áreas donde un estudiante requiere más apoyo será algo trivial, lo que a su vez servirá para mejorar su rendimiento académico.

2. Generación de contenidos educativos. Los docentes tendrán a su alcance herramientas para complementar la formación y generar material de apoyo de forma automática (o casi automática). Validar la idoneidad, veracidad y calidad de estos contenidos generados será responsabilidad del docente. Supongamos que estamos enseñando fundamentos de programación en Python a nuestros alumnos y queremos explicarles el funcionamiento básico de la estructura de datos Diccionario. Crear un recurso de apoyo para este fin sería algo tan sencillo como el siguiente ejemplo real utilizando ChatGPT:


3. Evaluación y corrección automática. A medida que la inteligencia artificial siga madurando, veremos nuevas herramientas para asistir la labor docente en la evaluación y corrección de exámenes, actividades y tareas repetitivas similares. Los avances en el procesamiento de lenguaje natural permitirán analizar trabajos y ejercicios escritos según criterios predefinidos, así como identificar errores e incluso sugerir correcciones.

4. Seguimiento personalizado. Los docentes podrán obtener un feedback detallado a nivel de grupo e individual, con el progreso y las necesidades específicas de cada estudiante. Esta información servirá para identificar fortalezas, dificultades y otros indicadores útiles en el diseño de planes de acción específicos dirigidos a optimizar el rendimiento del alumnado.

5. Motivación del aprendizaje. Gracias a la inteligencia artificial sería posible identificar y generar recursos para estimular al alumnado en base a sus gustos e intereses. La utilización de materiales educativos interactivos también contribuiría a captar la atención, mejorar la retención de conceptos y, en definitiva, hacer más atractiva la experiencia de aprendizaje. Este propósito puede reforzarse combinando técnicas de gamificación y tecnologías emergentes como la realidad virtual o la realidad aumentada.

6. Accesibilidad universal. La inteligencia artificial ayudará a democratizar el acceso a una educación sin barreras. Podrán crearse nuevos materiales educativos y adaptar los existentes para hacerlos accesibles a personas con algún tipo de discapacidad. Los sistemas de lectura en voz alta, por ejemplo, permitirían a las personas con discapacidad visual acceder a contenidos que de otra forma no sería posible. También podrán desarrollarse herramientas de comunicación que faciliten la interacción con compañeros y profesores.

Un camino por delante con muchos retos y oportunidades

La inteligencia artificial abre todo un mundo de posibilidades en el ámbito de la educación, pero también muchas incógnitas y desafíos. Conocer sus fundamentos y limitaciones nos ayudará a hacer un uso útil, ético y responsable. No podemos predecir el futuro, pero sí podemos intuir que las aportaciones de la IA cambiarán la forma de aprender y enseñar en el contexto de transformación digital en el que nos encontramos inmersos.

Conscientes de la importancia de la inteligencia artificial en la educación y su transversalidad, en el programa de IngeniaKids también incluimos dinámicas para conocer su alcance, casos prácticos reales y las implicaciones del uso de tecnologías basadas en IA a nivel personal, profesional y social.

Esperamos que os haya gustado esta entrada. Os invitamos a contactar con nosotros si queréis más información o que escribamos sobre algún tema relacionado que os interese.

Imágenes: Freepik, Unsplash

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Marcos Blanco Galán

Fundador de IngeniaKids & Develti. Apasionado por la Tecnología y la Innovación aplicadas a Educación y Empresa. Consultor tecnológico para empresas y profesionales. ¿Hablamos?
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